Supongo
que ya se habrán dado cuenta, pero así estamos: Desbordados.
Ponen ustedes la radio y nos trasladamos a 1962, plena Guerra Fría, que en vez de andar llevando misiles a Cuba, esta nueva URSS, o Federación Rusa, o como demonio quieran llamarla, ha decidido por la vía testicular incorporar a su ya enorme territorio la península de Crimea.
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