Ya ven, por muchos propósitos que nos
planteemos para este año recién estrenado, por mucho que desdeñemos el pasado y
abracemos 2015 aunque solo sea por la falsa sensación de que escoba nueva
siempre barre bien, ha habido un nexo que hasta hace un par de días no nos ha
dejado romper del todo con 2014 ni gozar con plenitud de 2015; la niebla.