Bueno, bueno... Les escribo a duras penas, refugiado de esta
ciclogénesis explosiva que nos está atacando y que nos ha sacado de un bofetón
del verano. Uno escucha en cualquier medio de comunicación que se nos viene
encima una ciclogénesis explosiva y lo primero que se le ocurre hacer es ir al
supermercado a hacer acopio de víveres y buscar a alguien que le construya un
refugio, cuanto menos, antinuclear.