Sí, lean bien: re-si-lien-cia. He de reconocer que con la palabreja
esta semana no se lo he puesto demasiado fácil, pero para eso tenemos al
santo Diccionario de la Real Academia de la Lengua que nos dice en su
primera acepción que la resiliencia es la capacidad de adaptación de un
ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación
adversos.