Y
es así como nos pasamos la vida los seres humanos, en un continuo cambio.
Cambiamos en lo que respecta a nuestra anatomía, crecemos, nos sale pelo en
sitios donde antes no imaginábamos que pudiera aparecer, luego ese pelo se nos cae
(a algunos) de zonas de donde no quisiéramos, nos morimos, y aún así, después
de muertos, nuestro cuerpo sigue cambiando.