Nos ha
nevado. Nos ha nevado mucho, y si bien eso es positivo para paliar la sequía
que nos amenazaba, también ha sido negativo porque las calles se helaron y la
gente se resbaló y acabó dando con sus huesos en el empedrado. El problema
es que esos huesos que caían eran huesos ya viejos, gastados, comidos por la
osteoporosis o cosas similares, que dada la edad media de nuestra ciudadanía, es una teoría de lo más plausible.