Doy por hecho que conocen
el poema de Bécquer “Volverán las oscuras golondrinas”. Seis estrofas lo componen,
un poema que es una oda a la fatalidad y al amor perdido. Pero vamos a
centrarnos en la fatalidad que lo de los amores perdidos se soluciona antes o
después con eso de “un clavo saca a otro clavo” (les confieso que nunca he
entendido esto de que un clavo saque a otro, pero no vamos a entretenernos en
semejante cuestión más propia de la carpintería).