Bueno, llegar llegar no, porque no puede. Más que no poder, no le dejan. Y es que cosas así pasan a menudo en la nueva China, en esa China de la modernidad, del desarrollo, en esa China que ahora miramos de un modo benévolo porque hay mucho dinero de por medio, al mismo tiempo que recelamos de sus locales de todo a cien, de todo a un euro, sus restaurantes, o lo que sea.
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