Nuevo artículo en El día de Zamora: No se puede ser bueno

Llevo toda la semana atrapado en ese limbo que hay entre la salud y la enfermedad. Esa situación en la que uno no está malo pero tampoco está bueno, que tiene unas décimas pero no fiebre, que siente congestión, pero aquello no rompe a resfriado. Una semana de incomodidad, que no permite a uno refugiarse en la lástima y solicitar el amparo de los demás porque lo tacharían de blando, pero lo único que quiere es que alguien le mime, lo arrope con una manta en el sofá y le traiga un tazón de sopa.

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