Es
probable que ustedes hayan oído hablar a lo largo de sus vidas de
dos conejos blancos que actúan como lazarillos de sus respectivos
personajes. A saber: el primero de ellos, el de Alicia, con su
hocico, su cola, orejas y demás complementos, conduce a través de
un agujero al personaje de Lewis Carroll al País de las Maravillas;
el segundo, mucho más virtual que el primero, el de Neo en Matrix,
que también le lleva a lo que podríamos entender como otro país,
pero desde luego mucho menos maravilloso que el de Alicia.
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