Les cuento. Resulta que la Agencia Espacial Europea
ha comenzado el proceso de apagado del satélite Plank. Pero no lo apagan por
apagar fruto de los recortes económicos, no. Lo apagan porque ya ha dado todo
lo que tenía que dar. Y el último fruto del satélite en cuestión ha sido la
esperanza. Sí amigos,
esperanza.
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