Les cuento. Tenemos ahí a la vista la reforma de la ley de seguridad ciudadana. Y el parecer
general se asemeja bastante a como se sentían los pobladores de las costas
caribeñas cuando avistaban a los piratas, corsarios o similares allá por los
siglos XVI y XVII. Vamos, que sabían lo que se les avecinaba y no podían hacer
nada por evitarlo. Pues lo mismo.
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