El 22 de septiembre de 2004 se estrenó en Estados Unidos la serie “Perdidos” (“Lost”) y a lo largo de seis temporadas a unos les gustó y a otros no, pero por debajo había un debate entre si era una obra maestra, algo no visto hasta aquel momento o sólo una estafa. Y esta discusión la mantenías con amigos, conocidos y familiares mientras te tomabas una copa o durante el café de la sobremesa.